Los alcauciles o alcachofas tienen numerosas propiedades terapéuticas y la más importante es sin duda la de ser un gran protector hepático. Es rico en fibras lo que favorece el tránsito intestinal y cuenta con una cantidad interesante de potasio y de numerosas vitaminas.
Porciones: 5
INGREDIENTES
1/2kg de vermicelli
6 alcauciles grandes (alcachofas)
Jugo de un limón
Salsa
2 cucharadas de aceite
50 gramos de margarina vegetal
1 cebolla picada
pizca de sal
3 cucharadas de agua
pimienta a gusto
2 cucharadas de salsa de soja
50 gramos de queso rallado
PREPARACIÓN
Sacarles las hojas más duras y cortarle un trozo de la punta.
Retirar el tallo, rasparlo, cortar en rodajas y agregar a los alcauciles.
Cortar cada alcaucil en 8 partes y ponerlos en agua con jugo de limón.
Los tallos se cortan en rodajas y se agregan a los alcauciles.
Dejarlos media hora y ponerlos en una cacerola cubiertos de agua.
Tapar y dejar cocinar a fuego suave hasta que estén tiernos.
Retirarlos y escurrirlos bien.
Salsa. Poner en una sartén el aceite y la margarina.
Llevar al fuego y dejar hasta que la margarina esté bien derretida y caliente.
Agregar la cebolla picada, el agua y la sal y dejar rehogar hasta que la cebolla esté transparente.
Retirar y agregar los alcauciles mezclando suavemente.
Condimentar con pimienta y dos cucharadas de salsa de soja.
Cocinar los vermicelli en abundante agua hirviendo con sal gruesa hasta que estén al dente.
Retirarlos y escurrirlos.
Volcar en una fuente y verter encima los alcauciles y su salsa.
Mezclar con dos tenedores y agregarle el queso rallado.
Servir enseguida en los platos y si se desea se vuelven a espolvorear con queso rallado.