Qué es la remolacha
Remolacha es una planta comestible en su totalidad, tanto la raíz como la planta en sí. Pertenece a la especie de planta herbácea de la familia Amaranthaceae, es rica en ácido fólico y vitamina C y su consumo previene enfermedades. Como dato importante también aporta fósforo y cuenta con pocas calorías. Se considera una hortaliza.
Consumir remolacha
Como todo en la vida no es una planta milagrosa que todo lo cura, pero sí ayuda a beneficiarse consumiéndola de muchas dolencias o bien a prevenirlas. Se puede consumir tanto cruda como cocida y de acuerdo a la patología hace más efecto comerla cruda. Por ejemplo las personas que padecen de asma se benefician consumiendo productos ricos en vitamina C y ella es rica en esa vitamina. Por lo tanto para sea más eficaz conviene comerla cruda rallada o en jugo. La remolacha tiene un pigmento natural de la remolacha roja llamado betaína. Estudios de la Asociación Americana del Cáncer ha comprobado que tiene potentes efectos positivos en tratamientos de esta enfermedad.
Cuenta con azúcares y el cáncer se alimenta de glucosa porque la necesita para crecer y dividirse. Lo que hace sus agentes naturales quimioterapéuticos, atravesar su membrana y destruirlos. También trabaja en la presión arterial colaborando en bajarla ya sea tomando un vaso de jugo o comiendo una porción de ella. El efecto puede ser, según el caso casi inmediato sobre la presión arterial. Es muy rica en fibra lo que hace que barra con facilidad el tránsito intestinal y libere todas las impurezas y ayuda a reducir la absorción de colesterol. Tiene más funciones benéficas pero consideramos que éstas son suficientes.
La remolacha y las comidas
Se puede preparar varias comidas y ahora sabiendo las propiedades que nos aporta con más razón vamos a tenerla en cuenta en nuestra alimentación. Como dijimos anteriormente se puede aprovechar la raíz como sus hojas frescas que son deliciosas. Se puede comer tanto cruda como cocida, como en ensalada, rellenas, buñuelos de remolacha y en diversas formas más. Conviene buscar que sean más o menos parejas sus raíces, se puede cocinar al vapor, en microondas o con agua hasta que estén tiernas. Lo mejor guardar en la heladera para conservarlas envueltas en una bolsa de plástico o en papel film. No conviene freezar o congelar porque no da resultado.