Porciones: 2
INGREDIENTES
1 atado de espinaca
50 gramos de queso rallado
3 yemas
3/4 taza de harina (90 gramos)
Sal y pimienta a gusto
Salsa liviana
3 cucharadas de aceite
1 cebolla picada
Hojas de lechuga cortada en juliana
2 tomates grandes picados
Sal, pimienta y apenas miel
PREPARACIÓN
Lavar bien las hojas de espinaca.
Colocarlas en una cacerola y cocinarlas sin agua con solo la humedad que tienen las hojas del enjuague.
Apenas se marchiten las hojas, retirar, escurrir y dejar enfriar.
Una vez fría, se aprietan para escurrirlas.
Se pican y se ponen en un recipiente junto con las yemas y el queso rallado.
Se mezcla bien hasta que los ingredientes estén bien integrados.
Agregar la harina y mezclar.
Condimentar a gusto.
Una vez que se agregó la harina se espolvorean las manos con harina y se forman bolitas pequeñas.
A medida que se van formando las bolitas se van acomodando en un plato.
Poner agua abundante en una cacerola.
Llevar al fuego con la cacerola tapada.
Una vez que rompe hervor se agrega sal gruesa a gusto.
Se van volcando las bolitas. Una vez todas en el agua, suavemente se mueven para que no queden pegadas en el fondo de la cacerola.
Se deja suavemente cocinar hasta que suben a la superficie, dejar un momento más y retirar.
Se reserva 1/2 taza del agua de la cocción de la pasta, el resto se tira y se escurren las bolitas.
Salsa. Poner en una cacerola el aceite y el agua de la pasta.
Llevar al fuego hasta que esté caliente y rehogar la cebolla.
Agregar los tomates picados y la lechuga cortada en juliana.
Se deja cocinar a fuego lento hasta que tome textura de salsa.
Se condimenta a gusto y se agrega la miel.
Armado del plato. Una vez pronta la salsa, se vierte sobre las bolitas calientes.
Se sirve enseguida.