Todo lo que no sé sobre la espinaca

Mis hojas son de un verde intenso y oscuro.
Todos me conocen y me buscan porque me consideran muy rica en vitaminas y minerales.
Me consumen de diferentes maneras, de hecho me emplean en distintos platos de comidas.
La mayoría de ustedes dicen que soy rica en sabor y las mamás se preocupan para que sus bebés me acepten. Me siento muy honrada ya que fui elegida por Popeye como su alimento preferido. Yo colaboro, según me dijeron para que tengas más fuerza.

Existen muchas variedades de espinaca perteneciendo todas al grupo de las hortalizas.
Se clasifican dentro de ese grupo por sus hojas.
Las vitaminas A (en forma de betacaroteno) y C (ácido ascórbico) son las vitaminas de más alto valor que contienen y una de las mejores formas de aprovecharlas es consumiéndolas crudas en ensaladas o jugos.
Vitamina E y buena parte del complejo B.

También cuentan con una cantidad de hierro considerable pero no tan elevada como se creía, por ejemplo la cantidad de minerales como magnesio, potasio, sodio, calcio y fósforo son superiores al valor del hierro.

Sus hojas contienen ácido fólico en forma abundante. El ácido fólico cumple una función muy importante en la formación de la sangre.

Cuenta también con ácido úrico y oxálico y estos valores deben ser tomados en cuenta cuando se sufre de gota, cálculos renales o artritis ya que no son aconsejables para estas patologías.

Sus hojas son muy ricas en fibras siendo por lo tanto muy bueno incorporarlas a nuestra alimentación ya que colabora en prevenir una serie de enfermedades intestinales y a quienes padecen de estreñimiento.

Beneficios generales que aporta su ingesta. En general las verduras constituyen un grupo de alimento importante para la dieta diaria de todo ser humano y esta hortaliza de hoja en particular colabora en hacer una buena digestión, aporta minerales, baja la presión arterial, ayuda a quienes sufren de estreñimiento, aporta vitaminas y es cicatrizante.

Para la presión arterial, abscesos, heridas supuradas se toma 3 cucharadas del jugo de las hojas.
Para la piel irritada se sumergen las hojas en agua hirviendo sin sal y una vez marchitas se retiran, se envuelven en una gasa y se aplica en la zona irritada. Esto dará alivio.
Como máscara de belleza. Se remoja unas hojas grandes en leche hirviendo, se retira, se deja entibiar y se envuelve en una gasa y se aplica sobre el rostro limpio hasta que se enfríen por completo. Luego se pasa un algodón con agua de rosas o agua mineral.

Al elegirlas se toma en cuenta sus hojas, que luzcan bien, con vida, con un lindo color verde parejo y que no estén marchitas pues son muy delicadas y fáciles de fermentar.
Una vez cocidas no conviene conservarlas más de 24 horas pues sus hojas contienen sustancias tóxicas que se elevan enseguida. Lo mismo si se consumen enlatadas o congeladas.